domingo, 6 de noviembre de 2011

MENSAJES DEL AGUA. MASARU EMOTO

En 1994 Emoto tomó unas muestras de agua de una fuente de agua pura en Japón, congeló unas pocas gotas y las examinó bajo un microscopio electrónico y las fotografió. Las fotografías mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Emoto tomaría entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada. Es como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla.
Emoto nos quiere hacer ver a través de sus investigaciones que el agua no sólo recoge información sino que también es sensible a los sentimientos y a la consciencia. Esa información se hace maravillosamente visible al cristalizarse el agua. Si los cristales de agua se deforman ante cualquier mensaje, voz, sentimiento, música que se transmita en su entorno modificando su misma estructura molecular realmente nos encontramos ante un descubrimiento espectacular porque, entre otras, nuestro cuerpo tiene más de un 60% de agua en su estructura.



La técnica consiste en exponer al agua a esos agentes, congelarla y después fotografiar los cristales que se forman con la congelación.
Si usted todavía duda que sus pensamientos estén de hecho impactando y modelando el mundo que le rodea, la vista de las fotografías de Emoto eliminará cualquier duda al respecto.

Todo está conectado, nada ocurre porque si. En niveles pequeños de existencia todo es regido por leyes físicas básicas, pero más profundo aun, donde se encuentra la física cuántica, todo pareciera ocurrir aleatoriamente, siguiendo patrones de comportamiento no lineales, haciendo la personalidad y el libre albedrío una realidad poco comprendida por la ciencia. 
De todas formas, algo que sí sabemos es que somos casi completamente agua, por lo que las mismas leyes son aplicables en nosotros. Así como el agua siente vibraciones y pensamientos o sentimientos de distintas frecuencias y las manifiesta en su propia estructura al congelarse, como descubrió el Dr. Masaru Emoto, nosotros podemos percibir todo lo que nos rodea, en otras palabras, nos afecta lo que un otro pueda estar pensando cerca aun cuando no lo manifieste en palabras o gestos...

Como ya sabemos el planeta tierra, que debería llamarse planeta agua, está  también conformado mayoritariamente por océanos. Todos, respondemos entonces, a distintas frecuencias vibracionales. Podemos hacer un buen uso de esta condición conociendo este hecho, sin necesariamente conocer los detalles del cómo sucede, pero usando el para qué, de este bello descubrimiento.
Con esto queda mucho más claro, que todos los buenos deseos de una persona que por ejemplo, hace terapias alternativas relacionadas a la sanación del cuerpo o de la mente, tienen una verdad científica demostrada: 

La vibración que el sanador entrega mediante su bendición o su forma de canalizar la armonía que necesita el usuario, es captada por el agua y los líquidos del cuerpo vivo, resultando muy beneficioso y vigorizador para él. 

Es sumamente importante para la salud mantener un equilibrio y una armonía entre pensamientos y sentimientos; es lo que nos decían filósofos y antiguos médicos, y que ahora, la ciencia comienza a demostrar con pruebas para semejante verdad, cambiando la percepción sobre el bienestar. Por lo tanto es cierto que puedes mejorar tu estado anímico como así también la inmunidad del cuerpo solo con tener pensamientos positivos y dejar manifestar las emociones que quieran salir del interior.







"El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual. Debería aplicar mi teoría a su vida para mejorarla”.
- Masaru Emoto

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